Reducir el peso: retirar o agregar elementos a los autobuses, como asientos o equipo, puede afectar significativamente la eficiencia. Reducir el peso puede reducir el consumo de combustible y el costo de mantenimiento.
Perfeccionar la ruta: a menudo, las rutas de autobuses no son óptimas; planificar una ruta más inteligente puede ahorrar tiempo y consumo de combustible. Además, la optimización de la ruta puede reducir los tiempos de espera en la parada de autobús y minimizar el número de autobuses en la misma ruta.
Implementar la tecnología: los sensores pueden ayudar a optimizar la velocidad y las simulaciones virtuales pueden ayudar a determinar las posibles itinerarios y los tiempos de trayecto óptimos.
Conducir de manera segura: Dada la naturaleza de las maniobras, trayectos largos y algunos imprevistos, es importante que los conductores estén capacitados para optimizar la gestión del combustible al mismo tiempo que mantienen la seguridad en el tráfico.
Mejorar los diseños de los autobuses: la adición de serpientes de luz, rampas, agarraderas y mirillas puede mejorar la seguridad y la accesibilidad.
Programar mantenimientos preventivos periódicos: El mantenimiento regular de los autobuses, la revisión del sistema de frenos y los neumáticos pueden prevenir fallas y minimizar las interrupciones del servicio.
Instalar sistemas de seguridad: luces interior y exterior adecuadas, cámaras de seguridad y un sistema de asistencia de GPS puede mejorar el sentido de tranquiliadad el transporte.
Conducir de manera segura: otra vez, los conductores son una parte importante de la seguridad. Los conductores capacitados y entrenados pueden reducir la incidencia de accidentes de tráfico y lesiones de pasajeros o incidentes que puedan generarse en el recorrido.